Etiqueta: frasesbonitasdelavida
-

¿Sabés por qué no necesito pasar por encima de la gente?
¿Sabés por qué no necesito pasar por encima de la gente? Porque no siento que esté por debajo de nadie. No trepo, piso ni empujo. Yo sí sé la importancia que tengo, yo no necesito romper a nadie para ganarme mi lugar.
-

Así sacudas con todas tus fuerzas el reloj de arena, cada grano caerá a su tiempo. No fuerces nada, ¡todo llega!
Así sacudas con todas tus fuerzas el reloj de arena, cada grano caerá a su tiempo. No fuerces nada, ¡todo llega!
-

Vayas a donde vayas, ve con todo tu corazón. – Confucio.
Vayas a donde vayas, ve con todo tu corazón. – Confucio
-

-

La música es el arte más directo, entra por el oído y va al corazón
La música es el arte más directo, entra por el oído y va al corazón
-

La vida comienza al final de tu zona de confort
La vida comienza al final de tu zona de confort – Neale Donald Walsch
-

No te creas mentiras solo porque te gustan de quien vienen
No te creas mentiras solo porque te gustan de quien vienen
-

En muchos casos hacemos por vanidad o por miedo, lo que haríamos por deber
En muchos casos hacemos por vanidad o por miedo, lo que haríamos por deber -Concepción Arenal
-

Soltar no significa perder, sino desocupar las manos para recibir algo mucho mejor
Soltar no significa perder, sino desocupar las manos para recibir algo mucho mejor
-

Nada vuelve a ser lo mismo dos veces, ni el amor, ni las personas
Nada vuelve a ser lo mismo dos veces, ni el amor, ni las personas
-

Pienso que una vida dedicada a la música es una vida bellamente empleada, y es a eso a lo que he dedicado la mía
Pienso que una vida dedicada a la música es una vida bellamente empleada, y es a eso a lo que he dedicado la mía -Luciano Pavarotti
-

Nada hay en el mundo, ni hombre ni diablo ni cosa alguna, que sea para mí tan sospechosa como el amor
Nada hay en el mundo, ni hombre ni diablo ni cosa alguna, que sea para mí tan sospechosa como el amor, pues éste penetra en el alma más que cualquier otra cosa. Nada hay que ocupe y ate más el corazón que el amor. -Umberto Eco
